Si hay algo que odio son las compras del supermercado, realmente las detesto, odio seguir a mi madre por todos los departamentos viendo que es lo que va a comprar y mas sabiendo que no me comprará nada...
Me encontraba como de costumbre poniendo en el carrito las cosas que mi mamá me pasaba.
-¿Esto es todo?. Le pregunté con la esperanza de que dijera "Si, ya vámonos", pero no fue así.
-No, y sabes qué, se me olvido la leche. ¿Puedes ir por ella?
No le respondí, solo dí la vuelta y caminé por todos los pasillos por los que ya habíamos pasado, buscando la dichosa leche.
"¡No es posible que frecuente este lugar y no pueda recordar en donde está la maldita leche!"
Pero al final entre murmureos y maldiciones pude hallarla.
-¡Aqui estás!. Dije dirigiéndome a la leche.
-¿Perdon?. Dijo una voz masculina que venia de un lado mio. En ese momento volteé y lo vi.
Era el hombre de mi sueños, el que visualisaba todas las noches y esperaba poder encontrar algún día y yo en mi peor momento, enojada deseando simplemente llegar a casa.
Mi mente se bloqueó, solo era yo, la leche y él.
Mis ojos estaban detenidos en los suyos, no sabia como reaccionar.
-Nada- Respondí enseguida - Estaba hablando sola.
Me di la media vuelta y con las mejillas algo mas que rojas me dispuse a dejar el lugar que me había unido al hombre de mis sueños.
Los escalofríos no dejaban de viajar por todo mi cuerpo, me sentía en las nubes, pero rápidamente volví en sí, mientras regresaba al lugar en donde se encontraba mi madre, volteaba a ver por los pasillos esperando encontrarlo de nuevo pero no fue así.
-Aquí está la leche-Le dije a mi mamá mientras la colocaba en el carrito de la despensa.
-¿Por qué tardaste tanto? .
-No encontraba el pasillo.
-Bueno ahora si ya nos vamos.
"¿QUEEEEEEEEE? ¿YA, TAN PRONTO? Osea, acabo de ver al amor de mi vida, posible padre de mis hijos y mi madre solo piensa en irse?"
Pero lo único que pude responder fue.
-¿Segura que no te falta ya nada mas?
-No hija, estamos completas.
Entonces, me di por vencida y continué caminando siguiendo a mi mamá la cual se dirigía a la caja para pagar, mi cabeza no podía parar de dar giros hacia mi costado con la esperanza de volver a verlo, minutos después de varios intentos fallidos, llegó el momento de pagar, al final dejé que mi mamá se adelantara mientras yo leía un articulo de cámaras que me había encontrado en la caja, pero sin querer lo dejé caer, me agaché para levantarlo, en ese momento cuando menos lo esperaba, levanté la mirada y aun lado de mi se encontraba él, con una bella sonrisa, sosteniendo el articulo que me pertenecía, sin nada mas que temer, mis ojos se perdieron en su mirada y entonces...
1 comentario:
Agradezco enormemente el detalle, no soy de entrevistas profundas, pero eso no quita esta sonrisa, gracias de veras, un abrazo.
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